Hoy conoceremos algunos de los elementos que componen los medios de comunicación activistas y minoritarios.

Empoderamiento, representatividad, lugar para hablar, silenciamiento y protagonismo

Empoderamiento: El empoderamiento es un término reciente en nuestro lenguaje y en los medios de comunicación activistas.  Por lo tanto, puede haber diferentes concepciones sobre su significado y utilidad. Comúnmente, el empoderamiento se utiliza con el fin de socializar (compartir) el poder entre otras personas. El empoderamiento de un grupo, significa la inserción de este grupo en espacios de discusión, debate, participación política, etc. Muchos grupos de activistas en favor de las minorías políticas se han movilizado para potenciar estos grupos. Es importante diferenciar el empoderamiento (que es un sentido colectivo) del rescate de la autoestima (que es una cuestión individual). El empoderamiento se refiere a los logros políticos de un grupo, al esfuerzo por estos logros. El sentido de la emancipación individual también se llama eventualmente empoderamiento, pero no garantiza derechos o la protección a individuos particulares dentro de un grupo. Por ejemplo, el empoderamiento de los homosexuales ha ido garantizando poco a poco algunos derechos en la legislación brasileña, como la unión civil. Sin embargo, un individuo que se siente "empoderado" está sujeto a los mismos riesgos que cualquier otro homosexual. La idea del empoderamiento individual es una concepción del liberalismo económico, es decir, de la escalada social (financiera) en busca de la protección de uno mismo, a pesar del colectivo; esto no tiene sentido desde la perspectiva de una sociedad horizontal.

Representatividad: tampoco es un concepto con una única definición. En general, la representatividad está relacionada con la participación de cada grupo en los espacios deliberativos (es decir, en los entornos en los que se diseña la sociedad), ya sean institucionales, como las cámaras, o informales, como las asambleas populares. La representatividad también puede pensarse como la ocupación de posiciones de poder dentro de una sociedad vertical, es decir, funciones importantes dentro del Estado y/o el sector privado. Algunos grupos también extienden este concepto a la representación visual de estos grupos en los medios de comunicación (películas, libros, dibujos, anuncios, etc.), pero en estos casos la representatividad se vuelve cuestionable, ya que también puede significar que los centros de poder (medios de comunicación, gobierno, empresas) están utilizando la imagen de los grupos oprimidos para promocionarse. Para entenderlo mejor, queda una pregunta: ¿qué es en realidad representativa, la mujer que aparece en un anuncio de cerveza o la mujer que ocupa un puesto directivo en la empresa que la produce? ¿La persona negra que aparece en la campaña gubernamental contra el racismo o una persona negra que ocupa un escaño en el Senado? También es importante pensar en la representación como un factor colectivo, y no individual, ya que de lo contrario es sólo una proyección de la imagen personal.

Lugar del discurso: Este es un concepto más difícil de explicar, ya que es algo subjetivo (depende de la situación y de las personas implicadas). Además del conocimiento objetivo (construido a partir de la investigación, del método científico), también debemos tener en cuenta las experiencias y la vida de las personas cuando vamos a analizar las cuestiones sociales. Siempre debemos tratar de añadir estas formas de conocimiento. Cuando un grupo oprimido se expresa en la búsqueda de derechos, es importante que las personas pertenecientes al grupo que representa a la opresión respeten este espacio. A menudo, los hombres intentan explicar a las mujeres cómo debe funcionar el feminismo, los blancos intentan definir el racismo a los negros o los cisgénero intentan decir qué es ser transgénero. Este tipo de actitud es una falta de respeto al lugar de la palabra, es decir, es un discurso que proviene de alguien que no "siente en la piel" las cuestiones relacionadas con esa forma de opresión. Pero también hay que destacar que ningún debate sobre política y derechos puede reducirse a una experiencia subjetiva. Esto tampoco significa que los oprimidos tengan siempre la razón. Es necesario utilizar el sentido común en la práctica del conocimiento objetivo para emancipar a las víctimas de la opresión, y no para silenciarlas.

Silenciamiento: El silenciamiento, también llamado a veces "borrado", es un proceso por el cual la voz de las personas pertenecientes a ciertos grupos es ignorada o anulada por grupos más privilegiados. El silenciamiento se produce a menudo de forma involuntaria. Ocurre cuando una víctima de la opresión es interrumpida en medio de su discurso y concluye por ella, por ejemplo: de nuevo, después de un relato de la opresión, cuando una persona privilegiada cuenta una época en la que "también la sufrió", y entonces el foco de la conversación se centra en otra persona. También puede ser silenciador cuando se ignora el discurso de una persona oprimida dentro de un contexto más amplio en el que otros hablan del mismo tema. El silenciamiento también es algo subjetivo, pero se produce con frecuencia, y siempre en el sentido de desviar el foco o la atención del discurso de una víctima de la opresión hacia alguien privilegiado.

Protagonismo: el "Protagonista" es el personaje principal de una presentación. Este concepto se ha extendido a una aplicación política, de modo que los movimientos se convierten en "protagonistas" de aquellos a los que pretenden representar. Por lo tanto, quienes hablan en nombre del feminismo son las mujeres. Los que hablan en nombre del movimiento negro será la población negra. Los que hablan en nombre del movimiento LGBTI son personas LGBTI. Y así sucesivamente. El protagonismo también implica ocupar puestos o funciones de mayor visibilidad, cargos burocráticos y puestos ejecutivos. No tiene sentido, desde este punto de vista, que en un movimiento negro sus líderes, secretarios y comunicadores sean blancos. El protagonismo es importante como forma de combatir el proceso de silenciamiento y borrado de las causas políticas y las minorías. Como las poblaciones oprimidas suelen estar excluidas de los puestos de representación en las distintas esferas de la sociedad, los movimientos afirman la participación política de estas personas desde sus propias estructuras organizativas.