La población colombiana viene sufriendo intervenciones violentas por parte de su propio gobierno. Las instituciones que deben garantizar la seguridad y el bienestar del pueblo colombiano son las principales responsables de establecer un escenario de terror. No es justo, que la política económica de un país pese siempre más sobre los más pobres. No es justo, que los conglomerados económicos se apoderen de las instituciones que velan por el Estado. No es justo, que las fuerzas internacionales alimenten este baño de sangre con exigencias, sanciones y amenazas. Más de 40 personas han muerto desde el inicio de las manifestaciones. La realidad colombiana es tan compleja como la de cualquier otro país. Pero no podemos permitir que la gente pague el precio de estos conflictos de intereses. Tampoco podemos permitir que sus voces sean silenciadas violentamente por expresar su descontento. No se tolerará la censura. No se tolerará la violencia institucional. No se tolerará la acción de grupos fascistas organizados. El gobierno colombiano debe trabajar para garantizar los derechos de su pueblo y detener inmediatamente la represión violenta que ha provocado la muerte de sus ciudadanos. Somos uno. Somos Anonymous.